El mundo está fuera de camino para alcanzar su propio objetivo de acabar con el hambre para 2030, y no está claro si alguien en el poder alguna vez será responsable por el déficit.
Hace poco más de dos años, la comunidad internacional se comprometió a acabar con el hambre como el segundo de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Desde entonces, ha habido algunos éxitos y reformas individuales, pero hay poca evidencia general de que los gobiernos de los países desarrollados y en desarrollo se estén movilizando para hacer que el fin del hambre sea una realidad. En todo caso, el objetivo se está perdiendo de vista.
Esta nota, que forma parte del proyecto Ending Rural Hunger en la Brookings Institution, ofrece una breve descripción de los principales avances en seguridad alimentaria y nutricional (SAN) durante el último año. Se acompaña de la publicación de la base de datos revisada y actualizada de Ending Rural Hunger, disponible en endingruralhunger.org , que permite a los usuarios profundizar en los detalles sobre el estado del hambre rural en 152 países en desarrollo y las acciones internacionales y nacionales de 29 países desarrollados en apoyo de SAN global.
La conclusión de este análisis es que sin sistemas de rendición de cuentas más sólidos, es poco probable que veamos las mejoras en las políticas y el aumento de las inversiones que se necesitarán para lograr el ODS 2.
Informe producido por Economía y desarrollo global
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