Tsunamis

¿Qué hace que las olas de un tsunami sean tan destructivas?





Tsunamis

Un tsunami es una ola, o una serie de olas, causada por alguna actividad en el lecho marino o en la superficie. Pueden ser enormemente destructivos para la vida en la Tierra.



Un tsunami tiene el potencial de causar daños y devastación a gran escala a las personas y al medio ambiente ya menudo se denominan incorrectamente maremotos. Esto es engañoso porque no tienen nada que ver con las mareas, que son causadas por influencias gravitacionales del Sol, la Luna y los planetas. El término oficial correcto adoptado por la comunidad científica internacional es tsunami. La palabra 'tsunami' (pronunciada soo-nam-ee) se deriva del significado japonés 'ola del puerto'.



¿Qué causa un tsunami?

La mayoría de los tsunamis son el resultado de terremotos submarinos, volcanes y deslizamientos de tierra, pero en casos extremadamente raros, también pueden ser causados ​​por el impacto de un asteroide o meteorito. Eventos como estos desplazan enormes volúmenes de agua de mar, creando una subida o bajada del nivel del océano por encima del lugar de la perturbación. Esto desencadena la formación inicial de la ola de tsunami.



¿En qué se diferencian de las ondas normales?

Los tsunamis son muy diferentes a las olas generadas por el viento, que constantemente llegan a nuestras playas. Los tsunamis pueden compararse con una versión a gran escala de las ondas causadas por una piedra que cae en un estanque. De manera similar, los tsunamis también pueden consistir en numerosos frentes de olas separados que se alejan del lugar de la perturbación. Pero, a diferencia de las olas normales, las olas de los tsunamis pueden tener una distancia de hasta cien kilómetros, miles de kilómetros de largo e impactar con horas de diferencia.



¿Por qué los tsunamis son tan destructivos?

El daño que causan los tsunamis se debe a que la ola entra en aguas menos profundas cerca de la costa. A partir de aquí, el tsunami comienza a actuar como una ola normal, solo que con un poder mucho más destructivo. El agua menos profunda reduce la velocidad, o rapidez, de la ola. A medida que estas ondas iniciales disminuyen, las ondas posteriores se ponen al día. Esto hace que se acumule un enorme volumen de agua en movimiento creando una ola turbulenta alta cuando llega a la costa.



El tsunami resultante golpea la costa con una energía tremenda, que a menudo es catastrófica tanto para las poblaciones humanas y su infraestructura como para las plantas y animales que habitan estas áreas.

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