A medida que los diplomáticos y los formuladores de políticas en los Estados Unidos, Europa y Rusia continúan dirigiendo sus energías hacia Siria, la espiral descendente de Libia tiene serias implicaciones para los mismos actores. Como tal, Libia debe mantenerse dentro de las líneas de visión estratégicas.
Ibrahim Sharqieh dice que la promulgación de una estricta Ley de Exclusión Política en Libia causaría división social, inestabilidad y el reagrupamiento de los leales a Gadafi. Continúa diciendo que los funcionarios a los que apunta la ley son aquellos que tienen experiencia en el gobierno y conocimientos sobre cómo dirigir el país, incluido el poder judicial y las burocracias estatales. Sharqieh concluye que, en cambio, los libios deberían invertir esfuerzos en promulgar una ley de justicia transicional exhaustiva, que debería responsabilizar a las personas que son culpables de delitos reales en lugar de culpables por asociación.