Entrevista con líderes afrocolombianos desplazados internos

Colombia cuenta con la población de desplazados internos más grande de las Américas, con estimaciones que van desde más de un millón hasta casi 3 millones. Fuentes locales informan que los desplazados internos afrodescendientes constituían un tercio del total de personas desplazadas en 2002. Al igual que otros desplazados internos colombianos, están altamente organizados.





Lo que sigue es una entrevista con dos líderes afrocolombianos de la Asociación de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES):



Luz Marina Bercerra se desempeña actualmente como Secretaria de AFRODES en Bogotá. Recientemente participó en una gira de conferencias por varios estados en los EE. UU. Para crear conciencia sobre la difícil situación de los desplazados internos de Colombia.



Marino Córdoba, fundador de AFRODES, buscó refugio en Estados Unidos luego de varios atentados contra su vida. Recibió asilo en 2002 y continúa sirviendo como una voz líder para los desplazados afrocolombianos.



Gimena Sánchez-Garzoli (GSG): ¿Cómo se convirtió en desplazada interna?



Marino Córdoba (MC): Fui desplazado de mi pueblo de Riosucio (Departamento de Chocó) en 1996 como resultado de un bombardeo realizado conjuntamente por los paramilitares y el ejército colombiano (Brigada XVII). Riosucio fue el primer lugar en la región del Pacífico colombiano donde las personas afrocolombianas obtuvieron derechos comunales sobre sus tierras en virtud de la Ley 70 (1993). En esta parte del país las tierras y los recursos naturales (madera y minerales) pertenecientes a las comunidades nativas han sido apropiados por empresarios, políticos y pobladores. Hay intereses económicos en esta área, así como planes para construir un canal interoceánico que unirá los océanos Pacífico y Atlántico. Esta actividad ha provocado el desplazamiento de afrocolombianos y el empobrecimiento de las comunidades nativas.



¿Qué significa o clock?

Luz Marina Bercerra (LMB): Las causas de mi desplazamiento son las siguientes: la población civil de Colombia se encuentra atrapada entre tres grupos armados (los paramilitares, la guerrilla y el ejército) y, como tal, suele estar bajo la presión de los grupos armados que están peleando entre sí. En el momento de mi desplazamiento, los guerrilleros estaban activos en nuestra comunidad y nos presionaron para que les prestemos servicios. Mi sobrino, por ejemplo, trabajaba como operador de lancha que transportaba personas de un río a otro pero se vio obligado a cumplir con los pedidos de transporte por parte de la guerrilla. Decirle no a la guerrilla habría significado pagar con la vida. Cuando llegaron los paramilitares acusaron a nuestra comunidad de colaborar con la guerrilla y empezaron a señalar con el dedo a la gente, asesinar a otros y desplazarnos. Los automovilistas y las personas que trabajaban en el transporte lograron salvarnos la vida.

GSG: ¿Qué motivó a los afrocolombianos desplazados internos a organizarse y crear la Asociación de Afrocolombianos Desplazados (AFRODES)? ¿Cuáles son los objetivos de AFRODES?



MC: Decidimos formar AFRODES por la falta de atención que se estaba prestando a los negros desplazados, la discriminación que enfrentan por ser negros y desplazados, la necesidad de denunciar las violaciones de derechos humanos en su contra y de movilizar la solidaridad internacional con su difícil situación. Otro motivo fue nuestra necesidad de seguir luchando por los derechos sociales, políticos, económicos, culturales y territoriales en el marco de la constitución colombiana y las convenciones internacionales. La única forma de hacerlo era creando una organización para afrocolombianos desplazados internos. Este proceso no fue nuevo para nosotros porque ya estábamos organizando pacíficamente nuestras comunidades en nuestras zonas de origen. El propósito de AFRODES es denunciar las violaciones sistemáticas de los derechos humanos hacia los afrocolombianos y trabajar por su educación, organización y concienciación sobre sus derechos. Además, AFRODES trabaja con el objetivo de que cada una de estas familias algún día pueda regresar a sus áreas de origen con una compensación.



LMB: Decidimos crear AFRODES porque encontramos que la población afrocolombiana desplazada en las grandes ciudades estaba totalmente desorientada, dislocada y sin nadie que la ayudara.

GSG: ¿Cuáles son las necesidades especiales de los desplazados internos afrocolombianos que residen en Bogotá? ¿Las necesidades de los desplazados internos son diferentes cuando los desplazados internos residen en ciudades o en zonas rurales? Luz Marina, ¿las mujeres desplazadas internamente tienen necesidades especiales?



MC: Las personas desplazadas en las ciudades tienen necesidades especiales. Aunque la situación de seguridad en las ciudades parece ser mejor que en las zonas rurales, cuando se trata de comida y refugio, los desplazados internos deben competir a diario por comida, refugio y ropa. En las ciudades los desplazados se pierden entre los pobres y algunos son ignorados. Deben encontrar una forma de vivir y mantenerse por sí mismos. Muchas comunidades se niegan a salir de las zonas rurales porque no están preparadas para la vida urbana.



LMB: Las mujeres desplazadas tienen necesidades especiales. Deben cuidar a sus hijos mientras viven con el trauma de haber perdido a sus maridos. Las mujeres deben convertirse a la vez en madre y padre de sus hijos. Es más difícil para las mujeres afrocolombianas desplazadas obtener trabajo debido a la discriminación. Tampoco suelen tener las habilidades necesarias para los trabajos en la ciudad. Además, la ayuda que brinda el estado a los desplazados no considera que las mujeres necesiten artículos especiales como pañales y productos de higiene femenina.

GSG: ¿Los desplazados internos afrocolombianos en Bogotá reciben asistencia de la Red de Solidaridad Social (la institución estatal encargada de ayudar a los desplazados internos), ONG o la comunidad internacional?



MC: La mayor parte de la asistencia para los desplazados internos proviene de fundaciones e iglesias internacionales. La Red de Solidaridad Social es burocrática y negligente. No hay muchas oportunidades para que los desplazados internos compitan por puestos de trabajo, dado el desempleo en Colombia y su falta de habilidades. Cualquier sueño de que se conviertan en empresarios se pierde rápidamente. Los desplazados internos necesitan recibir capacitación en habilidades, así como acceso a mercados donde puedan vender sus productos.



LMB: En Bogotá, los desplazados internos afrocolombianos prácticamente no reciben asistencia del gobierno. En el pasado, las personas recibieron asistencia humanitaria y servicios de salud. Ahora hay muchas personas que se registraron como desplazados internos hace más de un año pero que no han recibido nada. Esto se debe a la falta de fondos y a que se está reformando el sistema de asistencia a los desplazados internos. Las ONG han intentado ayudar, pero algunas solo ayudan de una manera que está de acuerdo con sus propios intereses. Algunos proponen proyectos en nuestro nombre pero no recibimos los beneficios. A menudo, el enfoque de sus proyectos es empoderar a las personas desplazadas, pero esto no nos ayuda si no podemos poner en práctica nuestros planes.

La mejor manera de mejorar la asistencia a los desplazados internos es proporcionándola directamente a las organizaciones de desplazados internos y las organizaciones locales que los apoyan. Somos los que mejor conocemos a nuestra comunidad porque hemos experimentado el desplazamiento. Durante los últimos cinco años, nuestra situación como desplazados en Bogotá no ha cambiado. Tenemos una necesidad crítica de empleo y proyectos que nos permitan ayudarnos a nosotros mismos.

GSG: ¿Qué obstáculos ha enfrentado como líder de desplazados internos?

MC: El primer obstáculo que se debe superar como líder de desplazados internos es el desafío de crear una organización que emprenda la resolución pacífica de las disputas entre los desplazados y los funcionarios públicos. Los funcionarios, con sus legalismos y burocracia, a veces reducen nuestra capacidad para trabajar de manera más eficaz con otros grupos de desplazados internos. Igualmente importante es la falta de un presupuesto con el que apoyar nuestras actividades y necesidades básicas.

LMB: Enfrentamos dos obstáculos principales como líderes de los desplazados. La primera es la seguridad. En Colombia, las personas que trabajan en derechos humanos son a menudo perseguidas y hostigadas. Esto le ha sucedido a varios miembros de nuestra organización, incluido Marino, que se encuentra exiliado en los Estados Unidos debido a los atentados contra su vida. El segundo obstáculo es económico. Nuestro trabajo es puramente voluntario y no recibimos salario. Literalmente estamos colgando de las puntas de nuestras uñas. No tenemos fondos para el transporte, por lo que a menudo tenemos que caminar largas distancias para ir al trabajo.

GSG: ¿Por qué la Ley 70 es importante para los desplazados afrocolombianos?

MC: La Ley 70 es una pequeña constitución para afrocolombianos, en particular para las personas rurales que iniciaron este esfuerzo por primera vez. La Ley 70 es importante porque reconoce a un grupo de personas cuyo país las ignoró a lo largo de su historia y reconoce sus derechos territoriales. Sin embargo, no podemos detenernos solo con este logro; debemos seguir luchando por nuestra supervivencia.

LMB: La Ley 70 es un instrumento muy valioso para nuestra gente. Es único y no se encuentra en otros países. Desafortunadamente, en un país donde las leyes a menudo permanecen en el papel, tenemos que seguir trabajando para implementar la Ley 70.

Nuestra organización ha iniciado un proyecto llamado Proyecto de vida que forma la base de nuestro trabajo. Con el fin de unificar a los afrocolombianos, realizamos actividades en siete áreas: 1) organización y desarrollo de capacidades de la población afrodescendiente, 2) desarrollo económico y social, 3) identidad cultural, 4) problemas que enfrentan los afrocolombianos urbanizados, 5 ) derechos humanos, en particular los derechos de los desplazados internos, 6) cuestiones de mujeres, jóvenes y niños, y 7) derechos a la tierra.

GSG: ¿Ha utilizado los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos en su trabajo? ¿Qué significado tienen estos Principios para los desplazados internos afrocolombianos?

MC: Muchas de las normas reafirmadas en los Principios Rectores forman parte del Convenio 189 relativo a los grupos tribales e indígenas, Ley 70 y Ley 387 de 1997. Las personas desplazadas se empoderan con base en los convenios internacionales. Los Principios Rectores forman parte de la base fundamental de nuestro trabajo.

LMB: Los Principios Rectores proporcionan un marco para nuestro trabajo y los utilizamos cuando defendemos nuestros derechos. Lo que nos gustaría es que el gobierno y otros los implementen.

GSG: ¿Cuál es su relación con otros líderes de desplazados internos y grupos desplazados en Colombia? ¿Ha aprendido alguna lección desde que se convirtió en líder de desplazados internos?

MC: El resultado más importante que hemos logrado en la coordinación con otros líderes de desplazados internos y grupos de desplazados internos ha sido aumentar el nivel de visibilidad de la población desplazada. También trabajamos con organizaciones de derechos humanos y organizaciones internacionales como las Naciones Unidas. Al principio, hubo dificultades entre los desplazados internos y sus líderes debido a nuestras diferencias culturales y la falta de conocimiento de los derechos étnicos específicos de cada uno en Colombia.

LMB: Hay muchas organizaciones de desplazados internos en Colombia. Trabajamos con otros grupos de desplazados internos en el marco de la Mesa Mixta de Trabajo de Soacha. Cuando formamos asociaciones con otros líderes de desplazados internos y grupos de desplazados internos, nos aseguramos de que respeten nuestras diferencias étnicas.

Un mito que existe entre las agencias que trabajan con los desplazados internos es que la experiencia del desplazamiento obliga a las mujeres y a los líderes de desplazados internos a empoderarse y aprender sobre sus derechos. En la comunidad de desplazados internos afrocolombianos, este no ha sido el caso. El desplazamiento los ha debilitado.

que esta pasando esta noche en el espacio

GSG: ¿Tiene algún consejo que ofrecer a otras personas que se encuentran desplazadas internamente en otras partes del mundo?

MC: La necesidad y la urgencia que surge de trabajar por la supervivencia de uno es instintiva. El derecho a la vida es inherente a todo ser humano y cuando este derecho está amenazado hay que trabajar para superarlo. En general, es más probable que los grupos étnicos pobres y minoritarios se enfrenten a esta amenaza. Por eso es nuestro llamado a trabajar todos los días por nuestros derechos y crear redes con otras personas que enfrentan situaciones similares en todo el mundo para unificar esfuerzos.

LMB: Mi consejo para otros desplazados internos es que deben organizarse. Es más difícil para una persona llamar la atención y enfrentar estos problemas sola. El proceso de organización es lento y los éxitos pueden llevar algún tiempo, pero es fundamental que los desplazados internos se organicen y tomen conciencia de sus derechos.

GSG: ¿Tiene alguna recomendación específica sobre cómo la comunidad internacional puede abordar mejor las necesidades de los desplazados internos afrocolombianos?

MC: La comunidad internacional debe hacer todo lo posible por tomar conciencia de las trágicas realidades que existen en Colombia y en particular para abordar la situación de sus grupos étnicos. Una visita a las zonas habitadas por los grupos afrodescendientes sería fundamental para conocer mejor nuestra historia y las circunstancias actuales. Hoy esta historia se ha vuelto más difícil debido a la guerra que se está librando por nuestras tierras y recursos naturales. Necesitamos la solidaridad internacional para superar nuestra situación. Si la comunidad internacional se niega a escuchar el grito de ayuda de los afrocolombianos, entonces estamos condenados a no existir más en las generaciones futuras.

LMB: Tengo tres recomendaciones para la comunidad internacional. Primero, un mayor seguimiento de la implementación de las normas relativas a los desplazados internos. En segundo lugar, haga todo lo posible para garantizar que haya suficientes recursos para sustentar los proyectos de desplazados internos y que estos recursos lleguen directamente a los desplazados internos que los necesitan. Por último, la ayuda estadounidense a Colombia debería centrarse en la asistencia social más que en la militar. El apoyo internacional debería destinarse a mejorar la salud, la vivienda y la educación, no a más armas. Esta es la única forma de ayudar a resolver el conflicto de Colombia.