A pesar de los vastos logros del sistema crediticio estadounidense, aproximadamente entre 35 y 54 millones de estadounidenses permanecen fuera de la corriente crediticia principal. Por una variedad de razones, los prestamistas convencionales tienen muy poca información sobre ellos para evaluar el riesgo y, por lo tanto, extender el crédito.
Este estudio ofrece una solución de mercado viable para incorporar a quienes están fuera del pliegue crediticio general. Los prestamistas convencionales pueden utilizar datos alternativos o no tradicionales, incluidas las obligaciones de pago como alquiler, gas, electricidad, seguros y otras obligaciones recurrentes, para evaluar el perfil de riesgo de un prestatario potencial.
Aunque el uso de datos alternativos en los informes crediticios del consumidor afecta la forma en que aparecen los datos en una serie de modelos de calificación crediticia, nada sobre los interesados ha cambiado. Lo que ha cambiado es la disponibilidad de información. Siempre que existe una brecha de información, los mercados no prosperan. El uso de datos alternativos en informes crediticios de consumidores (y comerciales) puede cerrar una brecha de información que ha afectado negativamente las vidas de millones de estadounidenses de poca envergadura y sin clasificación que residen en áreas urbanas y en otros lugares.
Los datos alternativos, si se incorporan ampliamente en los informes crediticios, pueden cerrar la brecha de información sobre el riesgo financiero para millones de estadounidenses. Más concretamente, considerando que muchos de estos millones fuera de la corriente principal del crédito son estadounidenses más pobres y menos favorecidos, la información puede orientar a los mercados hacia un alivio más rápido de la pobreza en este país.