Fe en la igualdad: justicia económica y el futuro de los progresistas religiosos

Las voces religiosas han jugado un papel esencial a lo largo de la historia de Estados Unidos, inspirando y animando muchos movimientos de reforma social. Hoy, con el aumento de la desigualdad de ingresos, la disminución de la movilidad social y la persistencia de la pobreza, hay un amplio margen para la acción social. Autores E.J. Dionne, Jr., William A. Galston, Korin Davis y Ross Tilchin argumentan que la justicia económica debería ser el foco del movimiento religioso progresista de hoy.





Fe en la igualdad: justicia económica y el futuro de los progresistas religiosos detalla los desafíos y oportunidades que enfrentan los progresistas afiliados a la religión para construir un movimiento por la justicia económica. Entre los desafíos están:



  • Creciente secularización, especialmente entre los jóvenes;
  • Divisiones entre estadounidenses religiosos y laicos;
  • La dificultad de defender políticas basadas en la convicción moral en un entorno político gobernado por acuerdos de quid pro quo;
  • Y la infraestructura debilitada y la financiación disminuida.

A pesar de estos desafíos, las voces religiosas seguirán siendo indispensables para los movimientos en favor de los estadounidenses pobres, marginados y de clase media. Los autores señalan oportunidades específicas en las que el movimiento religioso progresista puede actuar:





  • Crear una nueva narrativa basada en la noción popular y extendida del bien común y en la justicia económica como medio para fortalecer a las familias;
  • Construir puentes con personas de fe conservadoras que están comprometidas en la acción por la justicia social a nivel mundial, y con socios seculares, que comparten puntos de vista muy similares sobre cuestiones económicas;
  • Utilice el modelo ofrecido por el movimiento de derechos civiles de las décadas de 1950 y 1960, un movimiento que combinaba temas religiosos y cívicos, era racial, étnica y generacionalmente diverso, aceptaba las realidades del poder pero se enfocaba en la persuasión, no simplemente en la derrota de adversarios.