La población estadounidense está envejeciendo; y como resultado, una mayor proporción de la fuerza laboral real y potencial tiene ahora 55 años o más. La Oficina de Estadísticas Laborales informa que la proporción de la población activa de 55 años o más aumentó del 11,9 por ciento en 1994 al 21,7 por ciento en 2014, y la oficina proyecta que aumentará al 24,8 por ciento para 2024. La proporción cada vez mayor de la población activa la edad de 55 años o más se debe en parte al envejecimiento de la población;1sin embargo, otro componente importante es el aumento sustancial en la tasa de participación en la fuerza laboral entre las cohortes de mayor edad. La tasa de participación de las personas mayores de 55 años aumentó del 30,1 por ciento en 1994 al 40,0 por ciento en 2014.
Así, los trabajadores mayores se han vuelto más importantes para la capacidad productiva del país debido al envejecimiento de la población y al aumento de la proporción de trabajadores mayores que están retrasando su salida de la fuerza laboral. Sin embargo, actualmente se desalienta a los trabajadores mayores de seguir trabajando porque varias disposiciones del Seguro Social y Medicare reducen su salario neto y, por lo tanto, hacen que las horas adicionales de trabajo sean menos gratificantes.
Una de las fuerzas impulsoras asociadas con este envejecimiento de la población es el aumento de la esperanza de vida restante en edades más avanzadas. La disminución de las tasas de mortalidad específicas por edad a edades más avanzadas también afecta el momento de la jubilación. Con una esperanza de vida más larga, la jubilación a cualquier edad requiere más ahorros y activos de pensiones para lograr el mismo nivel de ingresos anuales. Un mayor aumento de la esperanza de vida hará que más personas deseen trabajar más tiempo y retrasarán la jubilación. En tal ambiente, las políticas federales deben ser reexaminadas y modificadas para eliminar los desincentivos para el trabajo continuo.
En Mejora de los incentivos laborales para los trabajadores mayores: Propuestas del Seguro Social y Medicare para reducir los desincentivos laborales (PDF), Robert L. Clark y John B. Shoven ofrecen tres propuestas de reforma que eliminarían los desincentivos para que los beneficiarios del Seguro Social permanezcan en la fuerza laboral. En primer lugar, los autores consideran el impacto de eliminar la prueba de ingresos para los participantes entre los 62 años, la edad de jubilación anticipada (ERA) y la edad de jubilación completa (FRA), que actualmente es de 66 y 6 meses, pero aumentará a 67 en 2022. En segundo lugar, examinan los efectos de crear un estado de pago para el Seguro Social, un punto en el que los empleados y empleadores ya no tendrían que pagar el impuesto sobre la nómina y las ganancias no alterarían los beneficios futuros. En tercer lugar, los autores ofrecen una propuesta similar para un estado pagado para Medicare, junto con un cambio de política para Medicare que devolvería el programa a su estado original como pagador principal de los gastos cubiertos en lugar de su estado actual como pagador secundario.
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