Abstracto
¿Cuánto tiempo se tarda en dar la vuelta a la luna?
El efecto de la desigualdad en el bienestar individual sigue siendo una cuestión debatida en economía. Una explicación común para estos hallazgos mixtos es que en Europa y EE. UU., La desigualdad puede ser una señal de movilidad de ingresos y oportunidades tanto como una señal de injusticia. Este artículo explora los efectos de las diferencias relativas de ingresos, así como de la desigualdad definida de manera más amplia, sobre el bienestar en América Latina, la región con mayor desigualdad en el mundo. Encontramos que las diferencias relativas de ingresos tienen efectos importantes y consistentes en el bienestar de la región. La desigualdad hace que aquellos en los quintiles más altos sean aproximadamente un 5% más felices que el promedio y aquellos en el quintil más pobre un 3% menos felices, independientemente de las diferencias en los niveles de riqueza dentro y entre estos grupos. Nuestros hallazgos respaldan la importancia de las diferencias relativas en estos ámbitos para el bienestar y sugieren que pueden ser incluso más importantes que las diferencias basadas en los ingresos. La desigualdad y la desigualdad percibida también juegan un papel mediador en los efectos del desempleo en el bienestar. En América Latina, la desigualdad parece ser una señal de una ventaja persistente para los muy ricos y una desventaja persistente para los pobres, más que una señal de oportunidades futuras.
¿Importa la desigualdad para el bienestar individual?
Una exploración inicial basada en encuestas sobre la felicidad en América Latina El efecto de la desigualdad en el bienestar individual sigue siendo una cuestión debatida en economía. Es un tema en el que los juicios normativos sólidos superan la evidencia empírica existente, y el debate suele ser áspero y polarizado. Para quienes interpretan la desigualdad como un signo de oportunidad y / o recompensa a la productividad, es difícil aceptar que existen efectos negativos. Para aquellos que ven la desigualdad como un reflejo de una desventaja persistente para segmentos particulares de la sociedad, es difícil ver elementos positivos. Y para aquellos que se preocupan principalmente por promover el crecimiento de los ingresos (y tal vez por la reducción de la pobreza absoluta), la desigualdad no viene al caso: una especie de problema de lujo.