El genocidio en la región de Darfur en Sudán ha durado más de cuatro años y se ha cobrado hasta 450.000 vidas. Durante este período, dado que la situación ha empeorado constantemente, Estados Unidos ha hecho poco para detener la matanza. La política estadounidense ha combinado una generosa asistencia humanitaria con amenazas incumplidas y una diplomacia irresponsable. Susan Rice sostiene que los candidatos a la presidencia deben exigir una acción enérgica y eficaz para detener la matanza.
Aunque la Responsabilidad de Proteger (R2P) se desarrolló a partir de los esfuerzos para diseñar un sistema internacional para proteger a los desplazados internos (PDI), es posible que su aplicación no siempre funcione en su beneficio. Roberta Cohen señala que para garantizar que los desplazados internos se beneficien de este concepto, se necesitarán estrategias especiales para conciliar la responsabilidad de proteger con la protección de los desplazados internos.